Humanizar a un perro no es una muestra de amor, sino una falta de respeto hacia su especie. Al comprender sus necesidades y proporcionarle un entorno adecuado, estaremos garantizando su bienestar y una relación más armoniosa.
La convivencia armoniosa entre humanos y perros se basa en entender y respetar las diferencias fundamentales entre nuestras especies. La práctica de humanizar a los perros, es decir, tratarlos como si fueran humanos, puede tener consecuencias negativas para su bienestar físico y emocional.
Diversos estudios han demostrado que los perros, aunque adaptables y receptivos a nuestras emociones, poseen necesidades y comportamientos propios. Según la investigación de Stanley Coren, profesor emérito de la Universidad de Columbia Británica y experto en comportamiento animal, los perros perciben el mundo a través de sus instintos y no deben ser forzados a adoptar comportamientos humanos.
El doctor John Bradshaw, autor del libro "Dog Sense", sostiene que tratar a los perros como humanos puede inducirles estados de ansiedad y estrés. Bradshaw argumenta que los perros tienen una estructura social diferente y que intentar imponerles nuestras normas puede llevar a comportamientos problemáticos y malestar.
Estrés y Ansiedad: Humanizar a los perros puede causarles estrés y ansiedad. Por ejemplo, vestirlos con ropa humana o hacerlos sentar en posiciones poco naturales para ellos puede ser incómodo y confuso.
Problemas de Comportamiento: Los perros necesitan estructura y liderazgo claros. Tratar a un perro como a un niño pequeño puede hacer que no entiendan las reglas y límites, resultando en comportamientos indeseables como ladridos excesivos, agresión o destructividad.
Salud Física: Alimentar a los perros con comida humana puede ser perjudicial, ya que muchos alimentos que consumimos no son adecuados para ellos y pueden causarles problemas digestivos y obesidad.
La existencia de entrenadores y educadores caninos, así como de escuelas de adiestramiento, subraya la importancia de entender y respetar la naturaleza canina. Estos profesionales utilizan métodos basados en la ciencia del comportamiento animal para enseñar a los propietarios cómo comunicarse efectivamente con sus perros y proporcionarles el ambiente adecuado para su desarrollo.
Los entrenadores caninos educan a los perros mediante técnicas de refuerzo positivo, que fomentan comportamientos deseables sin causarles estrés o ansiedad. Asimismo, ayudan a los propietarios a reconocer las necesidades específicas de sus mascotas, asegurando su bienestar y una convivencia armónica.
Humanizar a nuestros perros, aunque nace de un lugar de amor, puede tener consecuencias negativas para su bienestar. Al atribuirles características humanas y permitir comportamientos inadecuados, estamos ignorando sus necesidades naturales como animales.
¿Por qué es un Problema?
Confusión: Los perros necesitan entender su lugar en la jerarquía familiar. Humanizarlos puede generar confusión y dificultar el entrenamiento.
Problemas de Comportamiento: Permitir comportamientos como saltar encima, morder o ladrar excesivamente puede convertirse en hábitos difíciles de corregir.
Estrés: Al no poder expresar su naturaleza canina, los perros pueden experimentar estrés y ansiedad.
Riesgos para la Salud: Algunos comportamientos aprendidos por imitación de humanos pueden ser perjudiciales para su salud física.
Educadores caninos y veterinarios coinciden en que la humanización excesiva es perjudicial para los perros. Al no respetar sus instintos naturales, estamos limitando su calidad de vida.
Establece Límites Claros: Enseña a tu perro a comportarse de manera adecuada.
Proporciona Actividades Enriquecedoras: Juegos, paseos y entrenamiento mental estimulan su mente y cuerpo.
Respeta su Naturaleza: Permite que tu perro sea un perro.
Consulta a un Profesional: Si tienes dudas, un educador canino puede ayudarte.
Humanizar a un perro no es una muestra de amor, sino una falta de respeto hacia su especie. Al comprender sus necesidades y proporcionarle un entorno adecuado, estaremos garantizando su bienestar y una relación más armoniosa.
Consecuencias Psicológicas:
Ansiedad y Estrés: La humanización puede generar ansiedad en los perros al no poder satisfacer sus necesidades básicas como animales.
Miedo: Al no ser expuestos a diferentes estímulos y situaciones, los perros pueden desarrollar miedos infundados.
Problemas de Comportamiento: La falta de límites claros y la permisividad pueden llevar a conductas destructivas, agresividad y dificultades de socialización.
Depresión: En casos extremos, la humanización puede contribuir al desarrollo de síntomas depresivos en los perros.
Impacto en la Relación Dueño-Perro:
Dependencia: Los perros humanizados pueden desarrollar una dependencia excesiva de sus dueños, dificultando su adaptación a diferentes situaciones.
Dificultades en la Comunicación: Al no establecer una comunicación clara basada en señales caninas, pueden surgir malentendidos y frustración.
Problemas de Obediencia: Los perros humanizados pueden ser menos receptivos al entrenamiento y mostrar resistencia a seguir órdenes.
Pérdida del Vínculo: A largo plazo, la humanización puede debilitar el vínculo entre el dueño y el perro, basándose en una relación desequilibrada.
La Importancia de Tratar al Perro como un Amigo-Perro:
Fomentar la Interacción con Otros Perros: La socialización con otros perros es esencial para su desarrollo social y emocional.
Proporcionar Juguetes y Objetos para Masticar: Esto le permitirá satisfacer su instinto de masticar y explorar.
Permitirle Expresar su Comportamiento Natural: Dentro de un entorno seguro, permite que tu perro juegue, explore y se comporte de manera natural.
Mitos Comunes sobre la Humanización:
"Mi Perro es mi Bebé": Aunque el cariño hacia nuestras mascotas es inmenso, tratarlos como bebés humanos puede generar problemas de comportamiento y dificultar el entrenamiento. Los perros tienen necesidades distintas y requieren un enfoque adecuado.
"Los Perros Entienden Todo lo que Decimos": Si bien los perros son muy inteligentes y pueden aprender muchas palabras, no comprenden el lenguaje humano en su totalidad. La comunicación efectiva con ellos se basa en señales corporales, tono de voz y refuerzo positivo.
"La Disciplina es Mala para los Perros": La disciplina, cuando se aplica de manera adecuada, es esencial para establecer límites claros y enseñar a los perros a comportarse de manera apropiada. El castigo físico o el maltrato nunca son opciones válidas.
Beneficios de una Relación Equilibrada:
Mayor Confianza: Un perro que se siente seguro y respetado desarrollará un vínculo más fuerte con su dueño.
Mejor Obediencia: Un perro bien educado y con límites claros será más fácil de manejar en cualquier situación.
Menos Problemas de Comportamiento: Al satisfacer las necesidades básicas del perro y proporcionarle un entorno adecuado, disminuiremos la probabilidad de que desarrolle problemas de ansiedad, agresividad o destructividad.
Mayor Calidad de Vida: Tanto el perro como el dueño se beneficiarán de una relación basada en el respeto mutuo y la comprensión.
Consejos Prácticos para Establecer una Relación Equilibrada:
Establece una Rutina: Los perros se sienten más seguros cuando tienen una rutina diaria establecida.
Proporciona Ejercicio Físico y Mental: Los paseos, juegos y actividades de enriquecimiento mental son fundamentales para el bienestar de tu perro.
Enseña Comandos Básicos: El entrenamiento básico es esencial para una buena comunicación y para evitar problemas de comportamiento como el sentado, quieto, venir, el comando del regaño, pero esto debe hacerlo tú misma (o) no un entrenador.
Fomenta la Socialización: La interacción con otros perros y personas ayuda a tu perro a desarrollar habilidades sociales adecuadas.
Respeta su Espacio: No intentes humanizar a tu perro al obligarlo a realizar actividades que no son naturales para él.
Consulta a un Profesional: Si tienes dudas o enfrentas problemas de comportamiento, no dudes en buscar ayuda de un educador, psicólogo canino o etólogo-veterinario.